
El cine periodístico siempre me ha parecido de lo más interesante. Siempre se consiguen obras llenas de intriga y de querer conocer el final, aunque por X o por Y ya sepas el final de la historia. Con Spotlight me pasó algo diferente: desconocía por completo la historia. Y que escriba esto un periodista, tiene narices. Pero así ha sido, y quizás por esto es por...