
Vivimos en una época cinematográfica donde la espectacularidad, las explosiones y la acción por doquier se apoderan desde el minuto uno del relato. Y así estamos frente a la pantalla dos horas. Se ha perdido cierto arte de contar historias, de contar cuentos, fábulas o leyendas. No recuerdo la última vez que vi una cinta donde la historia, ese cuento que el...