
Comanchería empieza de tal forma que, si no estás atento a lo que sucede en pantalla, puede que te pierdas parte de lo que es capaz de ofrecerte esta cinta. Y es que Comanchería tiene un ritmo tan endiablado que un simple pestañeo hará que no prestes atención a un diálogo, a un gesto o una imagen que es fundamental para entender en cierta medida la cruzada...