Y al cuarto día llegó Lynne Ramsay con You were never really here. La cinta, englobada en la sección Perlas y protagonizada por Joaquin Phoenix, ha sacudido con fuerza el festival de manera rotunda. Esta historia, de un veterano de guerra que ajusticia a quien abusa sexualmente de mujeres, no deja títere con cabeza y va como un tiro. La violencia con la que Ramsay rueda la cinta, la interpretación física de Phoenix y la dosis de violencia de la cinta hacen que los poco más de 95 minutos pasen volando y queramos más. La cinta ya triunfó en Cannes donde fue aplaudida por la crítica y ahora en su paso por el Festival de San Sebastián, igual.
También dentro de Perlas pudimos ver el Gran Premio del Jurado del pasado Festival de Cannes, que recayó en 120 pulsaciones por minuto, una cinta que relata la lucha de los afectados por SIDA en los años 90. Robin Campillo rueda una cinta que no dejará indiferente a nadie, que en su segunda mitad es un golpe al estómago y a la salida de la proyección no sabrás muy bien que hacer, ya que el número de emociones que atraviesas durante la proyección es infinito. Campillo no se recrea en el morbo, sino que rueda con mucha naturalidad una historia de superación, un canto a la vida, aunque todos sepamos que al final que la vida se termina. 120 pulsación por minuto tiene un único, pero, la duración. Contar esta historia en 144 minutos es un poco abusivo y termina lastrando la cinta en especial en sus primeros compases, luego recupera, pero mucha gente perderá el interés.
En sección oficial, que seguimos con los títulos intrascendentes, se presenta Licht, una cinta austro germana sobre una pianista ciega con un don especial para tocar el piano. La cinta es un biopic de una pianista, Paradise, que se quedó ciega a los 3 años y desde entonces, bajo la tutela de sus padres, empieza a tocar el piano de manera brillante, el problema son los ojos y que es ciega. Así, la historia gira en torno a cómo sus padres la llevan a un curandero para que pueda recuperar la vista, pero a medida que avanza en la mejoría pierde en su virtuosidad. La cinta está encorsetada por todos lados, es modélico y no aporta nada nuevo. La sección oficial sigue su paso sin demasiadas alegrías, siendo un nivel más bien bajo con alguna que otra alegría, pero por ahora son pocas alegrías.